Encontrar un fármaco efectivo contra padecimientos como la enfermedad de Alzheimer o la demencia senil es la prioridad para muchos centros de investigación, sin embargo también existen algunos que tratan de afrontarla desde otra perspectiva. Este es el caso de la Universidad Nacional de Irlanda, la cual ha desarrollado un robot asistente para mejorar la calidad de vida de las personas con este tipo de padecimientos.
El proyecto es llamado MARIO y es financiado por la Unión Europea con cuatro millones de euros como parte de su programa Horizonte 2020.
“Pacientes que padecen demencia senil forman parte de nuestro comité de expertos. Lo más importante para nosotros es comprender qué ayuda esperarían del robot. Uno de los mayores problemas de la demencia senil es que aísla socialmente. Los pacientes se avergüenzan de no recordar el nombre de alguien que saben que conocen. MARIO les ayudará a recordar”, dijo Kathleen Murphy, responsable del proyecto.
Además de esta función memorística, MARIO podrá recitar las noticias, hacer llamadas telefónicas, ejercer de portero o recordarle al paciente las horas de las comidas o de sus pastillas. Lo que está descartado es que este robot realice tareas de asistencia física, pues sus capacidades serán exclusivamente sociales.
Cumplir estos objetivos implicará refinar muchas de las áreas de estudio fundamentales en la robótica humanoide. Por ejemplo, la capacidad de reconocer muchas caras o los objetos que el paciente haya perdido es un problema complejo, pues con la variación de las condiciones de luz o el ángulo, la interpretación que un cerebro informático hace de lo que ve se complica.
El reconocimiento de voz será también un aspecto clave, “pretendemos que MARIO trabaje no solo en el hogar de los ancianos, sino también en clínicas y residencias para ancianos. Y esos entornos complican mucho el proyecto desde un punto de vista tecnológico, pues son ambientes llenos de ruidos, objetos, rostros y voces que el robot tendrá que distinguir perfectamente. Tenemos que llevar estas tecnologías al siguiente nivel”. agrego.
El robot base sobre el que MARIO trabajará, aunque Murphy subraya que habrá “profundas modificaciones” y que solo es “un punto de partida”, será Kompai, autómata creado por la compañía Robosoft. No tendrá piernas, sino que se apoyará en una plataforma con ruedas para desplazarse. La interacción del usuario con él funciona de momento a través de una tableta integrada en la parte frontal del armazón, pero Murphy indica que en la versión final prevén que se activará mediante la voz.
Integrado en la mente de este autómata, estará parcialmente Robobrain, un proyecto de la compañía británica Ortelio Ltd para crear un equivalente robótico a la mente humana. “No introduciremos todas sus funciones, porque el proyecto de Robobrain es muy complejo. Pero sí usaremos algunas áreas, como por ejemplo la semántica que corresponde en Robobrain a la capacidad del autómata para recordar hechos para MARIO. Aunque nuestro papel fundamental será desarrollar las aplicaciones de software que ofrezca el robot para los pacientes, como conectarse a Skype”.
El primer prototipo de MARIO se espera para finales de año. “El calendario es muy apretado. En tecnología no puedes predecir todos los retos que te vas a encontrar en el camino. Pero estamos bien organizados y cada parte del proyecto sabe qué tiene que hacer. Así que estoy segura de que cumpliremos con los plazos y lograremos ofrecer una mejora significativa en un panorama de población cada vez más envejecida”.
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